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martes, 21 de diciembre de 2010

Amor que daña

Era un día de verano como muchos pero, si mal no recuerdo, era un 2 de febrero, uno de los días más calurosos del año que de tanto calor, no se sabía qué hacer.
Como siempre Agustina esa tarde, se sentó en la computadora y abrió su cuenta para comunicarse con amigas sin saber que ese día iba a empezar una historia muy linda.
En una conversación la agregó un chico de apariencia buena llamado Martín, sin conocerlo empezaron una charla que duró horas pero esa comunicación no terminaba ese exacto día, estuvieron horas, días, meses hablando hasta que un día decidieron conocerse un fin de semana. Ella estaba tan nerviosa que no sabía qué ponerse para ir a verlo, estaba tan enamorada y eso que la cosa no pasaba de comunicaciones por chat, llamadas por teléfono y fotos.
El día que se conocieron él le demostró ser a ella una persona extraordinaria, pasaban mucho tiempo juntos hasta que al fin se pusieron de novios. Ella se sentía rara ya que nunca se había enamorado de una persona a la que jamás en su vida había visto y de la que solo le tomó unos pocos meses enamorarse, nunca había sentido nada igual. Pasó casi un mes y al verse, como lo hacían a diario, el de su boca le dijo al oído: "te amo”, ella en ese momento sintió unas cosquillas en la panza imposibles de explicar. Pocos meses después, él le hizo una propuesta difícil de poder cumplir, le pidió que se cambiara de colegio para así poder verse mas seguido y poder así estar más cerca. ¡Le costó tanto poder convencer a sus padres! Pero, al fin, logró hacerlo.
Ella creía que iba a estar feliz estando cerca de él pero cuando se cambió de escuela ya no era el mismo chico que ella veía a diario; empezó a sentirse rara y también a darse cuenta de muchas cosas, todo empezó a ponerse complicado para él. Un día se le empezaron a abrir los ojos a Agustina y pudo darse cuenta de que el amor de su vida no era lo que parecía y demostró ser otro distinto al poco tiempo de que ella se cambiara de escuela. Él la dejó y ese día ella comenzó a darse cuenta de qué tipo de persona era realmente Martín, era algo diferente a todo lo que parecía ser. Hoy, y aunque hayan pasado algunos meses, ella lo sigue amando mientras él está con otras chicas sin darse cuenta del mal que le hace a la persona que más lo ama en la vida.
Agustina entendió que todo lo prometido sólo fue un suspiro que el viento se llevó como ese "te amo" que le dijo al oído en aquellos primeros días tan felices.
Hasta el día de hoy ella trata de ser feliz y trata de no pensar en quien la lastimó y prefiere recordar que durante algunos de aquellos lejanos días, él le dio su amor.
Toda esta historia es y será un sueño lejano transformado en pesadilla pero ella confía en lo que alguna vez escuchó: “el tiempo es sabio y todo lo cura”.
Tendrá que tener paciencia Agustina ya que lo que no mata fortalece y la vida es eso, justamente vivir una experiencia tras otra, algunas muy buenas, otras, no tanto pero de aprender se trata.



Autora: Loana Micaela Grandoli.

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